Dr. Blanco Rivera: Hacedor De Tragedias De Nathalia Tórtora
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Características principales
Título del libro | Dr. Blanco Rivera: hacedor de tragedias |
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Autor | Nathalia Tórtora |
Idioma | Español |
Editorial del libro | VANADIS |
Tapa del libro | Blanda |
Con índice | Sí |
Año de publicación | 2020 |
Otras características
Cantidad de páginas: 148
Altura: 21 cm
Ancho: 14 cm
Peso: 0.22 kg
Material de la tapa del libro: Papel ilustración
Con páginas para colorear: No
Con realidad aumentada: No
Género del libro: Terror,vampiros,paranormal,histórico
Tipo de narración: Novela
Tamaño del libro: 14x21
Edad mínima recomendada: 13 años
Edad máxima recomendada: 99 años
Escrito en imprenta mayúscula: No
Cantidad de libros por set: 1
ISBN: 9789874727763
Descripción
Lengua: Español
Páginas: 148
Tamaño: 14 x 1 x 21 cm
Peso: 0.210 kg
ISBN: 978-987-47277-6-3
Publicación: Mayo 2020
El navío francés arribó poco antes de una madrugada otoñal. En Buenos Aires no hubo quien recibiese al único pasajero que descendió, envuelto en la sombra de la noche y bajo un sombrero que era demasiado grande para su cabeza. Cuando el amanecer porteño despertó a los primeros habitantes de la ciudad, algunas horas después del desembarco, La Gloire flotaba, muda, a varios metros de la costa. Dentro no había señales de vida o de muerte, solo el abandono de helados muros que repetían las voces de quienes revisaban sus recovecos como si se burlara de su curiosidad. Fue un caso extraño, sin lugar a dudas.
El Doctor Hipólito Blanco Rivera —como se hizo llamar Niavasha en tierra americana— ya se había internado en las calles de Buenos Aires antes de que los primeros rayos del sol bañaran su piel. Había hallado su lóbrego refugio en una habitación vacía del segundo piso del Convento de San Francisco. Desde allí, observaría por un tiempo el nuevo mundo bajo el resguardo de la oscuridad. Observaría y aprendería a velocidad inhumana las costumbres locales para poder pronto mezclarse con la multitud. Niavasha llegó, como quien dice, en el momento indicado.
El creciente brote de fiebre amarilla oscilaba al igual que un péndulo: constante y con sus altibajos. El escenario social no podría haber sido mejor para su festín.