3299 pesos

en 12x 596 pesos con 60 centavos

Llega entre el 7 y 12 jun. con Mercado Envíos

Retirá entre el 8 y 13 jun. en correos y otros puntos

Ver en el mapa

Disponible 2 días después de tu compra

Características principales

Título del libroDr. Blanco Rivera: hacedor de tragedias
AutorNathalia Tórtora
IdiomaEspañol
Editorial del libroVANADIS
Tapa del libroBlanda
Con índice
Año de publicación2020

Otras características

  • Cantidad de páginas: 148

  • Altura: 21 cm

  • Ancho: 14 cm

  • Peso: 0.22 kg

  • Material de la tapa del libro: Papel ilustración

  • Con páginas para colorear: No

  • Con realidad aumentada: No

  • Género del libro: Terror,vampiros,paranormal,histórico

  • Tipo de narración: Novela

  • Tamaño del libro: 14x21

  • Edad mínima recomendada: 13 años

  • Edad máxima recomendada: 99 años

  • Escrito en imprenta mayúscula: No

  • Cantidad de libros por set: 1

  • ISBN: 9789874727763

Ver más características

Descripción

Lengua: Español
Páginas: 148
Tamaño: 14 x 1 x 21 cm
Peso: 0.210 kg
ISBN: 978-987-47277-6-3
Publicación: Mayo 2020    

El navío francés arribó poco antes de una madrugada otoñal. En Buenos Aires no hubo quien recibiese al único pasajero que descendió, envuelto en la sombra de la noche y bajo un sombrero que era demasiado grande para su cabeza. Cuando el amanecer porteño despertó a los primeros habitantes de la ciudad, algunas horas después del desembarco, La Gloire flotaba, muda, a varios metros de la costa. Dentro no había señales de vida o de muerte, solo el abandono de helados muros que repetían las voces de quienes revisaban sus recovecos como si se burlara de su curiosidad. Fue un caso extraño, sin lugar a dudas.
El Doctor Hipólito Blanco Rivera —como se hizo llamar Niavasha en tierra americana— ya se había internado en las calles de Buenos Aires antes de que los primeros rayos del sol bañaran su piel. Había hallado su lóbrego refugio en una habitación vacía del segundo piso del Convento de San Francisco. Desde allí, observaría por un tiempo el nuevo mundo bajo el resguardo de la oscuridad. Observaría y aprendería a velocidad inhumana las costumbres locales para poder pronto mezclarse con la multitud. Niavasha llegó, como quien dice, en el momento indicado.
El creciente brote de fiebre amarilla oscilaba al igual que un péndulo: constante y con sus altibajos. El escenario social no podría haber sido mejor para su festín.